Jeshael Rivera Villalón
San José Iturbide. – Durante un par de conferencias que dio a más de tres mil estudiantes de secundaria, Sebastián Marroquín (antes Juan Pablo Escobar) hijo del capo colombiano Pablo Escobar, señaló a los jóvenes que deben en tener claro que “no hay futuro en la criminalidad” ni para ellos ni para nadie pues el narcotráfico es una vida de terror y destrucción que afecta a todos.
“No crean esa versión glorificante respecto a la historia de mi padre, no hay futuro en la criminalidad para ninguno de ustedes ni para nadie, no es una vida digna, es una apuesta que ya está perdida antes de empezar”, fueron algunos de los mensajes que lanzó a los estudiantes de diversas secundarias del municipio.
En ese mismo orden de ideas les planteo la importancia de no creer la forma en la que muchas series cuentan la historia de personajes del narcotráfico como su padre, pues se los venden como “casos de éxito” pero en realidad es todo lo contrario.
Incluso desmintió algunos fragmentos de las series que asegura nunca pasaron en la vida real “no son más que un producto comercial”, insistió
Al hablar de varias anécdotas sobre lo que vivió mientras su padre era uno de los narcotraficantes buscados del mundo, les subrayó a los jóvenes que solo tragedia tiene ese entorno y por ello los llamó a evitarlo.
“Mi propio padre me aconsejaba a mí, él sabía que la vida al interior del narcotráfico no se la deseaba ni a su propio hijo, es una vida de violencia, es una vida de terror, es una vida de muerte, es una vida que solo trae destrucción a la vida de ustedes chicos y chicas”.
Reconoció su padre era considerado uno de los hombres más ricos del mundo y que sí tenían mucho dinero, pero no lo podían disfrutar pues tenían que andarse escondiendo y protegiendo para que no los mataran.
“Estábamos tapados de dinero, pero no teníamos libertad (…) nos moríamos de hambre” comentó al narrar una historia en la que se refugió con su padre en una casa con más de 5 millones de dólares regados, pero sin poder salir a ningún lado para comprar algo de comer.
Fue muy enfático en asegurar que su padre nunca disfrutó la fortuna que hizo e incluso ese mismo dinero sirvió para financiar su muerte, ya que escogió el camino de la violencia, las drogas y criminalidad, lejos de los valores humanos.
“Solo tragedia le trajo la historia a mi padre”, precisó y respecto a los lujos y grandes riquezas manifestó: “de eso no quedo absolutamente nada”.
El hombre que tuvo que cambiar su nombre tras la muerte de su padre para poder seguir viviendo, hizo énfasis en que las drogas “es el camino que no hay que seguir” pues “No hay un sólo caso de éxito en el camino de la criminalidad”.
A respuesta de preguntas que varios jóvenes le hicieron, recordó que nunca vio a su padre cometer un crimen, pero sí tiene escritos en los cuales daba las órdenes para que se cometieran.
Lamentó que su progenitor, a quien quiso mucho haya sido responsable de la muerte de cientos de personas y por eso dijo que ha buscado a los familiares de las víctimas para pedirles perdón.
Al abordar el tema del narcotráfico como tal, planteo que se trata de una problemática social que esta teniendo repercusiones en todo el mundo por los altos intereses que tienen diferentes sectores de la población en él.
“Hay demasiados intereses económicos, políticos, militares en juego que traen una violencia que yo estoy seguro que hay otras maneras de abordar el problema del narcotráfico en el planeta, que podrían garantizarnos la paz a todos los ciudadanos que hoy somos rehenes de esta violencia que estamos sufriendo”
Al hablar del panorama en México dejó ver que desde su perspectiva se ha tenido un crecimiento notorio.
“Mi experiencia dice que en aquel momento en que mi padre era uno de los grandes capos del narcotráfico, los carteles de Colombia eran quienes contrataban a los carteles mexicanos para determinadas labores dentro de la criminalidad y hoy es exactamente a la inversa, son los carteles mexicanos quienes contratan a los colombianos y tienen poder sobre Colombia”
“México de tener un menor protagonismo en los años 80, hoy tristemente es protagonista en términos de narcotráfico y violencia”, consideró.
Por tal motivo expuso que a su entender las autoridades y la sociedad se deben replantear las normas y estrategias que se han implementado para prevenir y combatir el narcotráfico.
“El narcotráfico es un problema transnacional que ha trastocado las fronteras que ha convertido a los carteles casi que en corporaciones que se pueden adueñar de lo que quieras y tienen la capacidad económica y militar para deshacer a cualquier democracia”
La paz a las drogas se puede declarar y se puede aprender a convivir a través de la educación, la cultura y el arte y de muchas disciplinas que podrían contribuir a que el daño sea muchísimo menor a que el que esta siendo generado por esa versión arcaica y muy perteneciente a nuestros antepasados que ya no se puede amoldar a la realidad que estamos viviendo el día de hoy”, sostuvo.
Y en esa tesitura insistió en la importancia de considerar la regularización de las drogas entendiéndolas como un problema clínico y no militar.
“Las reglas que han sido creadas entorno al mundo del narcotráfico tristemente son reglas que tendrían que ser revisadas (…) las adicciones son una enfermedad, pero está queriendo ser combatida con ametralladoras y con armas”
“En la medida que no se cambien las reglas del juego esto no va a seguir otra cosa que agravándose exponencialmente, creo que hay muchas alternativas que no se les está prestando atención, es mucho más barato educar a los ciudadanos que salir a combatirlos esperando a que se conviertan en criminales”, precisó.